¿Qué es hipoteca?

Hipoteca

Una hipoteca se trata de un pacto o contrato por el que un acreedor establece un aval en garantía para un préstamo en caso de que no se pague a su plazo.

Habitualmente, las garantías ofrecidas para respaldar el cumplimiento de una deuda pactada suelen ser bienes inmuebles, tales como edificaciones, establecimientos comerciales, haciendas o terrenos. Vea también: ¿Qué es pasivo fijo?

La hipoteca se hace efectiva con la aceptación por parte del deudor de un pagaré, que es retenido por el acreedor hasta el momento de la extinción, quedando la hipoteca a modo de garantía del préstamo. Cuando la hipoteca se paga a plazos, como es habitual, los pagarés hipotecarios establecen la periodicidad del pago de los intereses y del principal.

A nivel jurídico, la hipoteca se configura como un derecho real sobre el inmueble del deudor o de un tercero, a favor de un acreedor, y que tiene por objetivo garantizar el desempeño de una prestación que recae sobre dicho inmueble, ampliándose la hipoteca a la totalidad de las mejoras, construcciones y restantes accesorios del inmueble hipotecado.

Hay que tener en cuenta el hecho de que el acreedor no se convierte en titular del bien hipotecado por la simple falta de pago durante el plazo fijado, y que toda estipulación, contrariamente, ha de considerarse nula. No obstante, el acreedor podrá ceder su crédito hipotecario a un tercero.

Características de una hipoteca

A continuación se exponen las principales características de una hipoteca:

  • Habitualmente, los importes vinculados a una hipoteca son, en el aspecto financiero, obligaciones relevantes, ya que los activos que se conceden de forma colateral son de alto valor.
  • Las hipotecas, al tener cuantías considerables respecto a los ingresos anuales del solicitante, se acuerdan con duraciones a largo plazo, en general superiores a los 5 años.
  • La financiación puede ser pactada con tipo de interés fijo, con tipo variable o en modalidad mixta.
  • El contrato o la convención es la única fuente.
  • El objetivo de la hipoteca consiste en garantizar la existencia de un derecho de crédito. Este crédito es el principal y su auxiliar es la hipoteca, lo que proporciona una garantía.
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